04 abril 2015

Bipartidismo, pluripartidismo y monopartidismo

El panorama político está bipartido, ¿quién lo pluripartirá? El pluripartidor que lo pluriparta, buen pluripartidor será.

Todos los nuevos partidos quieren acabar con el bipartidismo, como si fuera una verdad categórica e intrínsecamente mala.

Pero lo cierto es que en las 11 legislaturas (1 constituyente) que ha habido en España desde 1977, solo 4 han tenido mayoría absoluta (las de 1982 y 1986 del PSOE, y las de 2000 y la actual, del PP). Lo que significa que en 7 legislaturas (unos 22 años) UCD o PSOE o PP han tenido que gobernar pactando con otras fuerzas políticas.

Y además, nunca ha habido menos de 10 partidos en una legislatura y actualmente hay 16.

Es decir que los datos objetivos demuestran que la democracia española no es bipartidista sino que es pluripartidista.

Pero sí, sí que tiene un sistema electoral que favorece a los partidos mayoritarios estatales, perjudica a los partidos estatales no mayoritarios (históricamente el PC o IU) y favorece a los partidos nacionalistas (históricamente a CiU y a PNV pero también a CC, UPN o a ERC).

Menor pluralidad se ha presentado en las asambleas legislativas de la Comunidades Autónomas, a beneficio de CiU en Catalunya, PNV en Euskadi, Coalición Canaria en las Islas y UPN en Navarra, y de PP y PSOE en el resto.

En los ayuntamientos, desde 1979 hay centenares o miles de experiencias de gobiernos municipales de coaliciones de 3 ó 4 partidos.

En cuanto a los perjuicios de la supuesta alternancia de dos partidos en los gobiernos del Estado y de las CCAA, se trata (salvo desviaciones provocadas por el sistema electoral) del ejercicio de la democracia: es el resultado de la decisión de los ciudadanos. Los ciudadanos no votan a dos partidos, ni a varios, votan a uno solo, y si el resultado arroja un partido mayoritario, o dos, o más, ¡qué se le va a hacer! Eso se llama democracia.

Y si alguien piensa que los ciudadanos se equivocan porque concentran sus votos mayoritarios sobretodo en dos partidos, “que se lo haga mirar”.

Lo que creo es que algunos líderes de partidos que recitan como un mantra los males del bipartidismo, no aspiran al pluripartidismo sino al monopartidismo.

Los que trazan una línea entre “nosotros: la gente” y “vosotros: la casta”, aspiran a aglutinar todo el voto popular en su partido. Los que tienen por ideología una bandera nacional, aspiran a cubrir bajo su manto a todos los nacionalistas (da igual si son conservadores o liberales, de izquierdas o de derechas).

Cuando llegue el momento, votemos libremente y dejemos que las urnas digan cuántos partidos representaran a los ciudadanos y con qué mayorías podrán gobernar.

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