08 enero 2015

Matar y morir de risa

Si no fuera porque la mayoría de los asesinados en París lo han sido por reírse de los totalitarios enemigos de la sociedad abierta , no me atrevería a escribir este artículo para confesar (sin pretender ser absuelto) que este atentado contra la revista satírica Charlie-Hebdo me recuerda un viejo relato de ciencia ficción de Clifford D. Simak – El mundo del Sol rojo – que leí en ‘La Edad de Oro de la Ciencia Ficción’, una buena antología compilada por Asimov.

En aquel relato futurista, apología de la sátira como Charlie-Hebdo; como ‘The Interview’,  la película parodia del ridículo Kim-Jong-un, o como el Chaplin de ‘El Gran Dictador’ y tantos otros, D. Simak, a través de sus personajes – dos viajeros del tiempo – nos demuestra que la mejor arma para derrotar al todopoderoso dictador es la risa, la carcajada a su cara.

En aquel futuro de millones de años en el que el Sol ya era una reducida estrella roja, un cerebro descomunal – Golan-Kirt - regía los destinos de toda la humanidad, a la que sometía a su voluntad mediante la sugestión y el control mental.

Para disfrute del vulgo – ¡cómo no! – demostraba su poder sometiendo a sus súbditos en mitad de un circo. Pero cuando lo intenta con los viajeros del tiempo, éstos descubren, sin querer, que lo único que le afecta y que le impide controlarlos mentalmente es la risa: no soporta que se rían de él en lugar de temerlo.

Y así fue como lograron minar sus defensas y provocar la hilaridad de la plebe que veía cómo el gran Golan-Kirt no podía con dos insignificantes humanos. Plebe que se unió en un coro de risas que acabó por desarmar al cerebro dictador y permitió a los dos viajeros rematarlo con sus revólveres.

Y es que el humor – por lo que se ve - es una cosa muy seria.

04 enero 2015

Pudimos, podemos y podremos

Estos días ha caído en mis manos un ejemplar de “tornar l’ajuntament al poble”, el programa del PSC para las elecciones municipales de 1979, las primeras municipales en democracia después de la dictadura franquista.

Ciento veinticuatro páginas que construyen un relato de lo que desde un partido socialmente arraigado se propone hacer para transformar las ciudades, los pueblos y los barrios de Catalunya. Un programa que, en su prólogo, Joan Raventós lo presenta así: “Aquest és el programa que posem a les vostres mans , no tan sols per votar-lo sinó per fer-lo realitat entre tots”.

¡Y vaya que si se hizo realidad! Y ninguna crítica puede ensombrecer la extraordinaria transformación de nuestras ciudades que se llevó a cabo gracias al esfuerzo ciudadano y al trabajo de los partidos de izquierda (fundamentalmente PSC y PSUC – después IC-EUA), los movimientos vecinales, los sindicatos de clase y las entidades sociales y culturales.

Mataró ha sido un buen ejemplo de ello. Los equipos de gobierno municipal de Joan Majó, de Manel Mas i de Joan Antoni Barón representaron muy bien esa vocación de servicio y esa visión de ciudad como célula básica de la vida democrática y del desarrollo activo de los derechos y libertades.

Pudimos y, entre todos, lo hicimos.

Podemos. ¡Claro que podemos! Las tensiones identitarias o populistas no pueden ocultar que una ciudad no se construye ni se desarrolla con proclamas y que los servicios públicos no se mantienen ni se mejoran solo con buenas intenciones.

Para hacer realidad las propuestas “hay que arremangarse”, trabajar duro, escuchar mucho, ponerse en la piel del otro, dejarse ayudar, hacer autocrítica, corregir errores, rodearse de buena gente…

El PSC de Mataró comparte todos esos valores y principios necesarios para conseguir una ciudad mejor y contamos con personas capaces y comprometidas para hacerlo realidad.

Y podremos. Volveremos a pilotar el ayuntamiento porque nuestro candidato y las personas que le acompañan son, colectiva e individualmente, tan comprometidos, honestos, trabajadores,… y soñadores, como aquellos que en el ’79 cambiaron Mataró y la mayoría de ciudades de Catalunya y España.